A la hora de reformar una cocina o un baño, los azulejos son un clásico indispensable que nunca pasa de moda. Y no solo por su estética, sino por sus funciones. En casa estamos dando vueltas a reformar los baños, y por supuesto ya estoy inmersa en ver mil opciones de azulejos y combinaciones.
Y es que hoy en día hay muchísimas opciones con las que podemos jugar. Y hay auténticas preciosidades. Al reformar una casa, los azulejos son una opción fantástica para transformar cualquier espacio con estilo, durabilidad y funcionalidad. Si estás pensando en dar un cambio a tu hogar, ya sea en el baño, la cocina o incluso en las áreas exteriores, los azulejos ofrecen una versatilidad incomparable y un sinfín de opciones para que cada rincón refleje tu personalidad.
Elegir los materiales adecuados para cada espacio
Antes de lanzarte a elegir los azulejos que lucen perfectos en las revistas, considera el tipo de material que mejor se adapte a cada habitación de tu hogar. No es lo mismo renovar el suelo de la cocina, donde la resistencia a la humedad y a las manchas es fundamental, que embellecer el salón o el dormitorio con opciones más decorativas.
Para zonas húmedas como el baño y la cocina, es recomendable optar por azulejos de cerámica o porcelana, conocidos por su resistencia al agua y fácil limpieza. Los azulejos porcelánicos son especialmente resistentes y duraderos, lo que los convierte en una excelente opción tanto para suelos como para paredes.
Últimamente no paro de ver ejemplos de personas que reforman los baños y dejan las paredes lisas, sin azulejos, y me parece un gran error. Vale que estéticamente case muy bien con la tendencia minimalista, pero por mucha pintura anti humedad que apliques, a la larga surgirán los problemas. Me parece imprescindible optar por azulejos ducha pared o en el suelo.
Y si te gusta la idea de paredes al aire, siempre puedes combinar, dejando algunas zonas sin azulejos, que no vayan a estar expuestas a la humedad o los salpicones. Por ejemplo, colocar azulejos en ducha y lavabo, y dejar otras zonas sin. O, en la cocina, colocar en aquellas zonas donde vaya a salpicar agua o aceite (fregadero, hornilla), pero dejar otras paredes lisas. Eso fue lo que hicimos en la cocina nosotros: colocamos azulejo blanco en varias de las paredes, pero otra de ellas la dejamos pintada de verde. Es también una forma de añadir un toque de color, si no nos atrevemos con determinados azulejos, y preferimos apostar a lo seguro con los azulejos blancos.
Jugar con los colores y texturas para crear ambientes únicos
Como digo, puedes jugar con las combinaciones y las texturas para crear espacios increíbles. Puedes unir azulejos a paredes lisas, o combinar diferentes tipos de azulejos, jugando con las formas y los colores.
Los azulejos en tonos oscuros o con acabados brillantes aportan un toque dramático y elegante, ideal para destacar zonas como la pared de la ducha o la cocina. También puedes apostar por patrones geométricos, azulejos con relieve o incluso combinar diferentes colores y texturas. Los azulejos tipo metro son un clásico en las cocinas, pero también puedes incorporarlos en otros espacios para un look industrial o vintage.
También puedes jugar con la colocación de los azulejos en sí. No es lo mismo colocarlos tipo metro, que en espiga, o en vertical. ¡Atrévete a romper lo establecido!
Aprovechar los formatos para ampliar o definir espacios
El formato de los azulejos puede transformar visualmente un espacio. Los azulejos grandes y rectangulares, por ejemplo, son ideales para crear un efecto de amplitud en habitaciones pequeñas, mientras que los formatos pequeños, como los hexagonales o en mosaico, añaden carácter y detalle a áreas específicas.
En baños pequeños, la disposición en vertical de azulejos rectangulares crea una ilusión de altura, haciendo que el espacio se vea más alto y estilizado. En suelos, los azulejos en espiga o en formas geométricas son una excelente opción para añadir dinamismo sin saturar el ambiente.
Enamórate de tus azulejos
Esto puede ser un consejo evidente, pero los azulejos no son algo que podamos cambiar con mucha frecuencia. Una pared, por ejemplo, podemos pintarla en una tarde, pero cambiar los azulejos requiere más trabajo. Y, sí, se puede pintar encima, pero el resultado no es el mismo. Por lo tanto, te recomiendo que tomes esta decisión de forma meditada, te dejes llevar por el corazón y no por las modas, y elijas algo que te guste mucho. Al fin y al cabo, lo vas a ver durante muchos años a diario. ¡Sigue tu intuición!
Yo ya estoy echando un vistazo, y sí, la verdad es que es difícil elegir con toda la oferta que hay, pero ya voy teniendo mis favoritos 😊
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