Un gallery wall sigue siendo mi forma favorita de decorar las paredes de las estancias más importantes de la casa. Es un poco tedioso reunir todos los materiales y ponerse al lío, pero comprando los ingredientes adecuados y con unos pequeños tips, ¡se convertirá en tu nueva pared favorita!
Estoy en pleno proceso de redecorar las paredes de mi salón. Y es algo que voy posponiendo, porque cuando pienso en que tengo que pensar por un lado en los cuadros o pósters, por otro en ir a comprar los marcos, en buscar algún elemento decorativo más… Hasta que pensé: ¿por qué no buscar una tienda donde pueda encontrarlo todo a la vez y con un solo click comprar todo lo que necesito? Ahí se cruzó en mi camino BGA, donde podemos encontrar todo lo necesario para crear un Gallery wall.
Los marcos de absolutamente todos los tamaños y materiales, con y sin paspartú. Iluminación para destacar un cuadro y que sea el protagonista. Espejos de todo tipo para añadir un toque diferente y también aportar esa luminosidad y amplitud. Accesorios para colgar los cuadros en función de nuestra pared y necesidades. Otros elementos perfectos para Gallery walls como accesorios para colgar platos, guirnaldas o bastidores. Y por supuesto un catálogo de pósters donde podemos encontrar de todo todito.
Personalmente, pasan los años y configurar un Gallery wall me parece una de las mejores formas de decorar las paredes del salón. Es estético, te permite personalizarlo para añadir vuestro toque y que sea único, y se pueden combinar muchos elementos para que no parezca un salón más, si no que sea VUESTRO salón. Pero… ¿Cuáles son las claves para configurar el Gallery wall perfecto?
1. Define el “mood” antes de escoger piezas
Antes de salir corriendo a colgar cuadros, párate un momento y piensa qué atmósfera quieres transmitir. Algunas preguntas útiles:
¿Prefieres un estilo minimal, bohemio, clásico, ecléctico? ¿Cuál será la paleta de colores dominante (tono neutro + algún acento, blanco y negro, colores tierra…)? ¿Qué tipo de piezas te atraen más? La idea es que todas las piezas “conversen” entre sí. No hace falta que coincidan al milímetro, pero sí que haya algún hilo conductor (color, estilo de marco, tema…).
2. Empezar con “la pieza ancla”
Hay algo que siempre recomiendo: elige primero una pieza fuerte, con presencia, que será el centro de tu composición. Alrededor de ella irás construyendo. Esa pieza puede ser:
- Un cuadro de mayor tamaño
- Una fotografía especial
- Algo con una textura llamativa
Partiendo de ahí, acomodas las piezas “secundarias” a su alrededor, respetando proporciones. Es más fácil mantener el equilibrio si ya sabes dónde está el punto focal.

3. Variedad con armonía
Uno de los trucos clave: mezcla tamaños, formatos, incluso materiales—pero con control. Algunas ideas:
- Usa marcos distintos e incluso juega con las formas.
- Mezcla piezas pequeñas con alguna mediana, pero evita que toda la pared quede llena solo de cuadritos idénticos. Intenta romper la simetría
- Incorpora objetos pequeños: un espejo, una cesta plana, una pieza de cerámica, un plato, un pequeño estante con algo ligero… Esto da profundidad. ¡No olvides los objetos más personales para que sea más vuestro!
- Cuida el espaciado: no pegues los elementos unos con otros. Déjalos «respirar».
4. Simula antes de hacer agujeros
Colocar todo directamente en la pared sin planificación es casi siempre un desastre. Te sugiero:
- Apóyalos en el suelo frente a la pared, prueba disposiciones hasta que te convenzan.
- Usa papel kraft o cartulina cortada al tamaño de cada marco, pégalo con cinta de pintor donde irán los cuadros. Así puedes reajustar fácilmente.
- Marca con lápiz ligero los puntos de colgado definitivo.
- También, si te ves capaz, puedes intentar hacer un collage digital antes de lanzarte. Hoy en día hay muchas opciones para hacerlo y que nos permiten hacernos una idea más realista.

5. Dale tiempo: no tiene que estar “terminado” el mismo día
Un gallery wall es también una colección que evoluciona contigo. No sientas que debe quedar perfecto desde el primer momento:
- Puedes añadir o cambiar piezas con el tiempo
- Permite que la pared se acomode a tu mirada
- Date la licencia de reorganizar si algo ya no te “cuadra”
Como os digo, estoy en pleno rediseño del mío. El que tengo actualmente lo hice deprisa y corriendo, y hoy en día lo miro y no me gusta. Lo veo oscuro y que no nos representa. Así que estoy reuniendo nuevos elementos, y en cuanto me ponga al lío, os enseñaré el resultado 🙂 ¡Espero que sea pronto!
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