Hoy os traigo una forma sencilla y rápida sobre cómo customizar una cesta con pintura chalk paint. Una manera fácil de darle un toque diferente a un objeto de lo más común.
En verano me enviaron desde Bruguer un kit para participar en un concurso: consistía en customizar una cesta con sus pinturas a la tiza Chalky Finish. Lo hice y subí mi candidatura a Instagram, y me dije que si quedaba como finalista subiría el paso a paso al blog… ¡Y así a sido! La final tendrá lugar en Barcelona y estoy deseando ir 😀
Pero bueno, mientras tanto, vamos a ver este DIY. Como podéis imaginar, es un proceso muy sencillo que apenas necesita explicación. Estas cestas últimamente están hasta en la sopa. A mí me encantan: son grandes, bonitas, y sirven para muchas cosas diferentes (para guardar mantas o cojines, para almacenar juguetes, para decorar, para colocar una maceta…). Pero a lo mejor de verlas tanto nos aburrimos de ellas. Así que la mejor solución es siempre customizarlas a nuestro gusto.
Yo me decanté por un estilo étnico. Además, me apetecía meterle algunos toques negros, y eso lo hice con un poco de cinta otomana. Y eso fue lo primero que hice: ir entrelazando la cuerda entre el mimbre para crear el primer zig zag. Es muy fácil. Simplemente haz un nudo en el interior y ve traspasando el mimbre. Lo puedes abrir un poco con los dedos sin problema.
Quería pintar la parte de abajo de rosa, y como me enviaron spray, es siempre la opción más rápida para superficies más grandes. Así que protegí todo lo demás y le di. Con una pasada leve ya estaba cubierta toda la cesta. Dejé secar y retiré la cinta de carrocero (de esta parte no tengo fotos). ¡Ya tenía la base de la cesta!
Como no tenía claro qué iba a hacer, primero lo diseñé con Photoshop, así no cometía ningún error que luego no se pudiera solucionar. Y sí, al principio pensé en pintar de azul, pero luego tiré al rosita 😛
Después coloqué cinta de carrocero para marcar la siguiente zona a pintar. Si pintas dando pequeños golpecitos, en lugar de “arrastrando” la pintura, evitarás que se cuele debajo de la cinta y la línea quedará lo más recta posible. En superficies irregulares, como la cesta, esto puede ocurrir con mucha facilidad.
Llené la cesta de papeles viejos para que fuera más fácil pintar en ella y no se hundiera.
Para el zig zag blanco, primero iba a colocar también cinta de carrocero, pero no os voy a engañar: me dio pereza. Así que confié en mi pulso, y marqué con un rotulador blanco el dibujo. Con paciencia y con cuidado fui rellenando todo.
¡Y listo! Dejé secar bien, y luego coloqué otra cinta negra entre las partes rosas y blanca. Así creaba más contraste y además disimulaba los posibles desperfectos que hubieran podido crear en el corte de ambas pinturas.
Por supuesto, yo la utilizo para colocar plantas grandes. Es una forma rápida y resultona de vestir nuestras macetas y dar un toque natural y étnico a nuestras casas.
A mí me gusta mucho cómo quedó, y por supuesto, estoy muy ilusionada por haber quedado finalista.
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¡Feliz día!
Un comentario
Me gusta mucho este estilo étnico, Carmen. Queda bien en cualquier rincón de la casa. Besos.