mi salón: primeros avances

Hoy voy a enseñaros los primeros pasos que he dado en el salón. Quería enseñarlo todo de golpe, en un post con todos los DIY, cambios y la decoración final, pero estoy viendo que va a quedar tan largo que he decidido dividirlo en dos partes.

En esta primera parte te voy a enseñar los pasos que he dado hasta ahora: cómo estaba el salón cuando llegamos, qué he tenido que comprar, qué he reutilizado, etc. Además, te contaré cuáles serán mis próximos actos. En el siguiente post, que publicaré, espero, en un par de semanas, podrás ver los resultados finales. ¡A ver qué te parece!

Para decorar una casa hacen falta ganas, dinero y tiempo. De lo primero tengo mucho, pero de las otras dos cosas a nadie nos sobra 😉 Así que voy lentamente, sin prisas, porque no quiero comprar nada a lo loco que luego no me guste.

Te pongo en situación: hace unos meses nos mudamos desde el pleno centro de Granada a un barrio residencial de las afueras. El piso anterior fue nuestra primera casa juntos, estaba totalmente amueblada, el salón era muy pequeño y no teníamos sitio para almacenar nada (os recuerdo mi drama con el cuadro enorme). Con esto quiero deciros que muebles propios no teníamos. La nueva casa estaba semiamueblada. Es decir, tenía lo súper básico (sofás, camas, la cocina y poco más). Estamos de alquiler, pero la casera es mucho más flexible que en el piso anterior: puedo pintar, puedo hacer agujeros, en definitiva, puedo hacer que la casa sea mi hogar, hacerla acogedora y no ser una simple transacción 🙂

Nuestra idea era invertir lo mínimo posible. Por ejemplo, los sofás no son los más bonitos del mundo, pero: 1. estaban ya en la casa (no teníamos que gastar) 2. son cómodos 3. ¡son dos! En el piso anterior teníamos solo un sofá biplaza, por lo que tener dos sofás, uno de ellos con chaiselounge, no será de casa de revista pero es comodísimo para nuestras maratones de series 😛

Esta es la foto del anuncio cuando vimos la casa 

Por lo demás, se trata de un salón grande, con una puerta doble (menos mal que blanca), otra puerta corredera con salida al patio, y una ventana más. Podemos dividir la estancia en dos zonas: el salón por un lado, y por el otro el comedor.  Aparte de los sofás, también decidimos quedarnos, por el momento, con una mesa baja que estaba por la casa. Es de metal negro con cristal, y tiene doble altura. No es la más bonita del mundo, pero es práctica. Tampoco queríamos que se convirtiera en el típico salón Ikea como otros tantos miles. Queremos que tenga personalidad.


El primer paso fue pintar la pared. Cuando llegamos, tenía un marrón indescriptible. Sinceramente no entiendo quién tomó esa decisión (supongo que el mismo inquilino que pintó todos los pasillos y las escaleras de vainilla, techos incluidos…).

Para la pintura, tuve la maravillosa suerte de que los majos de Jotun Pinturas me las enviaran. Y es una “maravillosa suerte” porque no he probado pintura mejor. En serio. Ese marrón horrible se fue con solo dos capas. En medio día ya dejé terminada toda la estancia. Obviamente y después de aborrecer la pared oscura, elegí el color blanco de la marca Majestic Resist, que es repelente de manchas y súper lavable. Esto, teniendo un perro que es un nervio puro en casa, es importantísimo. Y además, os digo que se nota. Se ve que los que pintaron la casa anteriormente utilizaron pintura bastante regular y la diferencia entre unas paredes y otras es muy apreciable. Es más: en mi taller, que también he pintado con Jotun, de otro color (ya os enseñaré) antes tenía la pared ya negra de rozar con el pie bajo el escritorio, ¡y ahora no se mancha! ¡A mí me tiene encantada!



Así quedó la pared tras una primera mano. Había que repasar pero… ¡Felicidad de decir adiós a ese marrón!

Como digo, tras un día dedicado a la pintura del salón, y después de enamorarme de cómo lucía la pared blanca y radiante, me empecé a motivar con el resto de la decoración. Tuvimos que invertir en algunos muebles básicos. Obviamente, tocó la visita de rigor a Ikea; la mesa de comedor la tenía clarísima: el modelo Lisabo. Me sigue enamorando meses después y creo que es perfecta, además se limpia estupendamente. No quería todas las sillas iguales, así que me esperé a que se me “cruzaran por el camino”. Y así fue. La primera de ellas la encontré en una tienda de segunda mano por 12€ (se ve un poco en esta foto), y quiero pintarla de algún color molón. La segunda, la tenían en la tienda Casa a 15€ (valía 55€), porque tenía una pata unos centímetros más corta. Con un par de pegatinas de esas que se les pone a los muebles para que no suenen al arrastrarlos quedó solucionado (puedes verla un poco aquí). ¡Ya os las enseñaré bien en el siguiente post!

No quería cuatro sillas, sino dos y un banco. Quería que el banco fuera metálico y negro, pero no encontraba nada que no me dejara la cuenta en números rojos. Así que finalmente me decanté por el banco Västerön de Ikea, que me parece súper molón y bonito pero ¡¡es naranja!! No entiendo por qué lo hicieron de ese color. Así que pensé que pintándolo de negro quedaría maravilloso. Y así es, me encanta cómo queda. Mi fallo: Pinté directamente con un spray (para metal, sí), pero ni utilicé imprimación, ni barniz posterior, ni nada. Y claro, por donde más se roza está dejando ver el naranja horrible de nuevo. Así que esta es una customización a medias, porque voy a tener que arreglarlo.


También pinté de negro los rieles de las cortinas (y cambié éstas, claro). Me daba pereza infinita cambiar los rieles, a pesar de que eran de madera barnizada y horribles. Pensé que con una simple capa de pintura ya parecerían otros, y así es. ¡Me encanta el resultado! Para las cortinas, me decanté por unas blancas básicas de Ikea para la salida al patio, y unas tropicales de Casa para la ventana. Tenía muchísimas ganas de tener unas así, y me encanta cómo quedan.

Así estaba cuando llegamos
 

En la casa también había una banqueta de madera con una sandía un tanto amorfa dibujada. Mi idea inicial era quitarla del medio, pero mientras sí, mientras no, se fue llenando de plantas, y finalmente decidí que, hasta que encontrase una alternativa, me venía estupendamente. Así que manita de pintura blanca (utilicé la misma de las paredes de Jotun) y listo.

La banqueta… El antes
 

¡Parece otra!

El sillón es una novedad que me envió Ikea y que ya os enseñé aquí.

Otra inversión que hicimos fue la estantería. Se me metió entre ceja y ceja una de tipo industrial, con metal negro y baldas de madera. Algo que en tiendas tenía unos precios desorbitados (lo que se pone de moda… ya se sabe). Tuve varios intentos de hacer una casera, pero todos fallaron:

1. Primero me la iba a hacer un amigo que entiende de soldar, pero resulta que el precio del metal ha subido una barbaridad y salía más caro que cualquiera que vendan en tiendas.
2. Después vi en Leroy Merlin esta estantería, que parecía ser la base perfecta para hacer yo la estantería. Era la típica metálica que se pone en los garajes para almacenar trastos, pero sin los típicos agujeros de automontaje. O al menos eso es lo que yo creía. Las fotos estaban trucadas y sí que tenía los agujeros. DIY fallido. Mal por Leroy.
3. También vi en Wallapop que alguien vendía la estantería Fjälkinge de Ikea por 90€. Como base me parece estupenda para hacer una estantería de estilo industrial. Lo que pasa es que de primera mano vale 229€ y ya me salía demasiado cara para un DIY. Sin embargo, el vendedor no quiso ponerlo fácil para quedar, así que… otro DIY fallido.

Pero se alinearon los astros. Los majos de Material Revolution, una de mis tiendas favoritas de Granada, se mudaron de local, y vi que se habían hecho con unas estanterías que eran exactamente lo que yo buscaba. Hablé con ellos y me hicieron el maravilloso favor de conseguirme una. ¡Y gracias a ellos luce así de maravillosa en mi salón! Es grande, es robusta, y es perfecta.

Como veis, mi salón por ahora es una mezcla de industrial y natural/tropical que me está encantando. Por supuesto, no faltan las plantas. He dibujado un croquis (muy técnico y real) para que os hagáis una idea de la distribución:

 ¿Y qué queda todavía? Tenemos que:

– Colgar la tele. Queremos que la tele esté en la pared porque para nosotros es más cómodo, tanto para verla como para poner debajo un mueble que no tenga que ser obligatoriamente tan grande como para ponerla encima.

– Colgar cuadros. Los tengo ya todos elegidos, pero hay que ponerse taladro en mano. Una tarde de estas…

– Arreglar el banco y pintar la silla de segunda mano en algún color molón. También un soporte de plantas de segunda mano que compré y tengo que restaurar.

– Comprar algunos objetos más (nuevos o de segunda mano): una alfombra grande, un espejo, alguna mesita auxiliar, cojines (para los sofás y para el banco) y algo más de almacenamiento.

– ¡Más plantas! Nunca son suficientes.

Parecen cuatro tonterías, y espero poder terminarlo pronto para enseñaros los resultados. ¡Estoy deseando verlo terminado! Aunque, bueno, ya se sabe que con esto de la decoración no se termina nunca, y siempre estamos haciendo cambios… jijiji

¡Madre qué post más largo! Menos mal que he dividido en dos partes 😛
¿Qué te parece todo? ¿Qué cambiarías?

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9 respuestas

  1. Me encanta como ha quedado Carmen!! el rinconcito de la banqueta y las plantas es ideal!
    Yo hice mudanza en marzo y también le di manita de pintura a algunos muebles y no veas cómo cambian! Pintar es un recurso barato y que puede cambiar totalmente un objeto. Me ha hecho gracia lo del color de las paredes, porque a mi me pasó lo mismo cuando compré mi piso. Los anteriores propietarios tenían pintado el piso de unos colores feos y estridentes combinados de manera muy rara. El cambio que dio toda la casa, pero especialmente el comedor salón y las habitaciones solo cambiando el color de las paredes fue espectacular. Y estoy de acuerdo que invertir en una pintura de calidad es fundamental.

    Tengo muchísimas ganas de ver el resto!!!

  2. Pinta todo muy bien 🙂 En unos meses me toca mudanza y, si por entonces sigue en alquiler el piso que ya tengo mirado, nos toca amueblar tooooda la casa. Ya he estado mirando cositas y la verdad es que en el tema de mesa de comedor y sillas tengo muchísimas dudas, a ver qué hago al final. Besos 🙂

  3. Que bonito te está quedando!!
    Yo estoy en trámite de mudarme también. Me ha hecho gracia lo del banco y sólo dos sillas porque mi pareja me dijo que lo quería hacer pero el banco que sea de madera un poco desgastada y ponerle varios cojines de colores diferentes o que tengan algún dibujo geométrico.

    Estaré pendiente de cómo te va quedando todo!! 🙂

  4. ¡Me encanta cómo lo estás dejando, Carmen!
    Los tuneos que te has marcado con pintura son geniales 🙂
    Esa estantería me ha enamorado, la necesito en mi salón!!!
    Yo ando con la deco a medias desde que me mudé en marzo y sólo tengo un mueble para la tv, necesito plantas y alguna estantería…

    Muaaaak

    P.d: viva el tropical! mi salón va a ser nordic/tropic jajaja

  5. Que bonitos cambios y pedazo de salón. Yo no se si proximamente me mudaré o no de piso ya que estoy esperando que arreglen uno en mi mismo portal, y que aunque es parecido al que estoy de tamaño, es distinto en mobiliario. Y tiene trastero, algo que necesito para guardar muchas cosas que las uso ocasionalmente. Besos

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