Hoy vamos a hablar de uno de mis materiales favoritos en cuanto a construcción se refiere. Hablo de de los azulejos imitación madera. Sí, sí, pensaréis que me he vuelto loca, pero me parecen uno de esos elementos que cumple con todo: tiene la calidez y la estética de la madera, pero también facilita la vida con un mantenimiento fácil, durabilidad y resistencia. Vamos, ¡que lo tienen todo! Desde que los vi por primera vez, tengo claro que, en cuanto cambie suelos de mi casa, optaré por esta opción.
Pero además, hoy quiero ir más allá, y quiero hablar de cómo conseguir un estilo rústico gracias a ellos. Y es que, al ser azulejos, no solo tenemos que quedarnos con el suelo, sino que también podemos utilizarlos en paredes. Y no solo en baños o cocinas, que a priori sería lo evidente, sino… ¡en salones o habitaciones! Y es que, para conseguir una estética rústica, me parece una opción perfecta los azulejos para paredes de salón. En concreto, cotilleando descubrí la marca Ceramic Connection, que tienen un montón de opciones en cuanto a tonalidades de madera y forma del azulejo, además son de calidad y fabricados en España. ¡Son una opción genial!
Y estaréis pensando… ¿madera en paredes? ¡Sí! A mí el estilo rústico, de campo, siempre me ha encantado, y estos azulejos me parecen una opción perfecta para conseguir ese efecto, sin que sea madera natural, con el desgaste y mantenimiento que ello conlleva. Obviamente no hablo de forrar una casa entera, porque tampoco queremos un efecto cabaña (o sí, ¡quién sabe!) pero crear una pared de acento con este efecto puede crear mucha calidez.
Dependiendo del azulejo que elijamos, su color, la imitación de la veta, conseguiremos un estilo más rústico clásico, o más modernizado, según lo que estemos buscando. Me parece una opción perfecta, por ejemplo, para colocar en la trasera de la zona de televisión, y así desviar la atención del aparato y que no sea protagonista del salón. O para crear un ambiente diferente en el comedor y así separarlo de la zona de relax. ¡O para la columna de la chimenea, y así crear un ambiente rústico cozy total! Y si hay peques en casa, no habrá peligro de que lo manchen, saquen sus habilidades creativas y lo pinten, porque sus facilidades de mantenimiento harán que esto no sea un problema. ¡Es seguro y fácil!
O incluso… ¿Por qué no en el techo? Otro punto focal donde podemos aportar el color de la madera, respetando el blanco de las paredes. ¡Me encanta el contraste que se crea!
Otra opción que me encanta, y que me parece una solución muy buena, es incorporarlo en el dormitorio, en concreto como cabecero de la cama. Es limpio, fácil de mantener, y no hay que preocuparse porque se mueva, se descuelgue, ni esos problemas que nos dan los cabeceros improvisados o las soluciones que no son permanentes. Perfecto, además, para personas sudorosas, ya que es higiénico y se limpia en un pis pas. Puedes jugar a crear una pared entera, o a crear un «cabecero», con su forma y tamaño, que ocupe solo una parte de todo el frontal. Queda muy cálido y acogedor, ¡perfecto para coger bien el sueño!
En definitiva, me parece un material con muchas posibilidades, muchas ventajas y cualidades, y que permite incorporar la madera en casa y sus estética y calidez, aportando además durabilidad, facilidad en el mantenimiento y resistencia. Como ya digo, yo tengo claro que, en mi próxima reforma, lo incorporaré en la casa seguro. ¡Es perfecto!
Y a ti, ¿te gustan este tipo de azulejos?
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