ser «emprendedora»: mis 10 pros y contras

Hoy voy a hacer un post diferente, pero es verano y aprovecho. Voy a hablar de mi experiencia siendo emprendedora y de mis 10 pros y contras.

Bueno, vaya por delante que odio la palabra «emprendedora» tal y como se usa hoy en día y tampoco me gusta el blanqueamiento que se está dando en redes sociales de esta forma de vida y trabajo. Te lo venden como todo muy bonito, muy inspirador, muy de estar siempre tomando el sol en Indonesia y trabajando con el MAC desde cualquier lugar del mundo… Y no.

Un «emprendedor«, como lo quieren llamar ahora, es un autónomo de toda la vida. Es el carpintero, el que tiene una frutería, el que monta una consulta médica, la peluquera, y sí, también la Youtuber, la diseñadora gráfica, el consultor de Marketing, etc. Pero todos tienen que luchar para salir adelante, echar más horas que un reloj, y no es todo purpurina y arcoíris.

Yo llevo siendo autónoma desde septiembre de 2014. ¡Que se dice pronto! Lo hice porque vi una oportunidad, tenía una seguridad detrás, estaba en una situación favorable para hacerlo, y me atreví: lancé el curso de Photoshop. Y sí, sigo siendo autónoma y trabajando por mi cuenta, pero el camino no ha sido de rosas y ha habido muchas piedras (como ahora os contaré). Cuando alguien me escribe diciendo que quiere lanzarse con su propio proyecto, yo no soy capaz de animarla sin reparos. Es una decisión complicada, que depende de las circunstancias de cada una, y siempre conlleva un riesgo. Si sale bien, es muy bonito, pero como ya he dicho arriba, no me gusta «blanquear» la situación.

Y, sinceramente, los mensajes positivistas creo que no ayudan mucho a que una persona sea capaz de
ver la realidad de la situación. Porque tenemos que caernos, tropezar, equivocarnos, y solo así aprenderemos a encontrar nuestro camino. Nada es fácil 😉 Ojo, me parece genial seguir y leer historias de personas que se han abierto paso y han logrado sus objetivos, porque se aprende mucho, pero siempre que sean realistas.

Así que, a punto de cumplir 5 años como autónoma, me he animado a hacer este post con mis 10 pros y contras de apostar por mi propio proyecto. Como digo, desde mi punto de vista, es posible que no todas sean aplicables a todo el mundo.

Pros

1. Gestionar el tiempo. Yo soy mi propia jefa, así que tengo la capacidad de ponerme mis propios horarios. Puedo decidir madrugar y trabajar solo por la mañana, puedo acostarme tarde y trabajar más horas nocturnas, puedo concederme el lujo de no tocar el ordenador un viernes… Yo gestiono mi tiempo y tengo la capacidad de adaptarlo a mis necesidades y mis gustos.

2. Trabajar desde casa. Esto, por supuesto, aplicable a mi situación. Quien trabaja en un Coworking, o tiene una tienda física, no (aunque tendrá otras ventajas). Yo trabajo en casa, con la compañía de mi perro, sin tener que cumplir un código de vestimenta (¡arriba los leggings!), con la libertad de decorar mi espacio de trabajo a mi gusto, y pudiendo hacer paradas para el café siempre que quiera 😛

3. Y desde cualquier lugar. Antes he dicho que nos venden que los emprendedores trabajamos desde Bali con el portátil. Bueno, yo desde ahí no. Pero tengo la libertad de irme al pueblito a estar más fresca, a una cafetería, o incluso al sofá del salón, porque ese día me apetece estar más cómoda.

4. El beneficio es íntegro para ti. Cuando trabajas por cuenta ajena, tú produces para el beneficio de un jefe que luego te paga un sueldo. Y es posible que, en muchos momentos, tengas la sensación de que produces más de lo que cobras (lo veo mucho a mi alrededor). Cuando eres autónoma, eso no ocurre, ya que tu productividad va directamente ligada a tus ingresos.

5. Elegir en qué (y con quién) trabajar. No tengo que aguantar a compañeros de trabajo idiotas ni jefes odiosos. Yo elijo con quién quiero colaborar, cuando necesito ayuda externa, y de quién quiero rodearme. De la misma forma, tengo libertad para rechazar trabajos que no me llenen o no me apetezca hacer si las personas que hay detrás no me inspiran confianza.

6. Aprendizaje y crecimiento personal. Ser autónomo no está hecho para personas conformistas ni para los que son demasiado orgullosos. Hay que estar todo el rato aprendiendo cosas nuevas, creciendo, asumiendo errores, recapacitando y sabiendo perder.  Y eso siempre te hace mejor persona.

7. Ayudar a las personas. Normalmente, cuando una persona emprende en algún proyecto, es porque el fin es ayudar o ser útil a los demás, sea el ámbito que sea (desde vender fruta a ayudar con las facturas, pasando por enseñar yoga o inglés). Saber que todo el esfuerzo y el tiempo terminan siendo útiles es muy reconfortante.

8. Rienda suelta a la creatividad. O a las ideas. Al ser mi propia jefa, puedo crear todo aquello que me dé la gana, sin estar atada a imposiciones de nadie. Cualquier autónomo puede desarrollar nuevos proyectos que le apetezcan, sin necesitar aprobación ni consentimiento. Incluso simplemente por darse el gusto de hacerlo, aunque sepa que no le va a reportar grandes beneficios.

9. Hacer lo que te gusta. Evidentemente hay mucho «emprendedor» que se convierte en ello porque ve un nicho de mercado, aunque no tenga pasión por él, y se lanza a la piscina. Eso realmente es un empresario, o un inversor. Los autónomos luchamos por aquello que nos gusta, que nos apasiona, y que nos llena, y por eso asumimos mejor todos los golpes o inconvenientes que nos encontramos en el camino.

10. Satisfacción. Y si sumamos todo lo anterior, y cuando la cosa sale bien, llegamos al mejor punto: la satisfacción, el orgullo, la felicidad de ver crecer tu proyecto, de alcanzar las metas, y de lograr lo que parecía muy difícil, a pesar de todo, es una sensación inigualable. Y esa satisfacción no llega solo cuando tenemos una cuenta bancaria abultada (me río de eso), llega con una valoración positiva de un cliente, unas palabras bonitas de un seguidor, la confirmación de un nuevo trabajo, o simplemente cuando reflexionas, te sientes motivada y miras todo lo que has conseguido. ¡Es lo mejor sin duda!

Contras

1. Echar muchas horas. Sí, gestionamos nuestro tiempo… Pero eso es un caramelo envenenado. Porque, igual que tenemos la libertad de trabajar a media jornada o librar un viernes, también tenemos la obligación de cumplir plazos de entrega, el agobio de acabar algún proyecto cuanto antes, la necesidad de usar las redes sociales a determinadas horas para que el algoritmo nos mire bien… Todo eso nos lleva a varias noches sin dormir, jornadas de más de 8 horas en la mayoría de los casos y la dificultad de desconectar al 100%.

2. La procrastinación y gestión del tiempo. El gran mal de los autónomos… Sobre todo los que trabajamos desde casa 😛 Tener una buena gestión del tiempo, un buen horario y una gran capacidad de concentración es totalmente imprescindible. Porque, si no, nos levantaremos más de la cuenta a la cocina, aprovecharemos para poner una lavadora, para hablar por teléfono, para mirar el Whatsapp, y un sin fin de cosas que nos distraen y nos hacen perder muchísimo tiempo.

3. Hay que saber hacer de todo. Las autónomas nos convertimos en mujeres orquesta que tenemos que saber un poco de todo. En mi caso, soy diseñadora gráfica y blogger, pero también tengo que: saber editar vídeos, hacer fotos, ser programadora web, Community Manager, comercial, tomar decisiones de jefa, buscar proveedores, lidiar con mensajerías… Y porque tengo la suerte de que mi padre es asesor fiscal y me lleva la contabilidad. Sí, lo ideal es saber delegar y contratar gente para no tener que hacerlo todo, pero ya se sabe… No siempre nos lo podemos permitir.

4. Incomprensión del entorno. Esto ocurre mucho, sobre todo, en trabajos relacionados con Internet o más nuevos (no quiero ni imaginar lo que tiene que aguantar un Youtuber…). Toparse con gente que no entiende lo que haces, que no apoya tus decisiones, es muy poco alentador. De la misma forma, que no respeten que, aunque seas autónoma, tienes unos horarios y un trabajo REAL y no puedes estar a su disposición las 24h. He aguantado muchos comentarios que dan por hecho que, como yo trabajo en casa, hago todas las tareas del hogar «porque lo compagino». Y como eso, muchos mensajes negativos que te supondrán un impedimento, sobre todo al inicio.

5. La soledad. Obviamente viene dada si trabajas desde casa, pero también está un poco relacionada con lo anterior. Ya no es solo la soledad física y evidente (no tienes compañeros al lado con los que relajarte echando un café o hacer un comentario). También es la soledad de no conocer a gente en tu situación que pueda ayudarte, aconsejarte y comprenderte. Para ello son muy importantes las redes sociales, y así conocer a personas que también están «emprendiendo» y empatizan con tus circunstancias. Y el saber acercarte a esas personas sin vergüenza, ya que ellas están en la misma situación que tú. Y por supuesto, dar importancia a la salud mental y buscar apoyo profesional sin ningún reparo y sin pensar «que estoy loca».

6. Búsqueda de clientes. Todo esto de sacar adelante tu proyecto es muy bonito, pero al final hace falta dinero, porque es lo que nos permite pagar facturas y llenar el frigorífico. Y para eso necesitamos clientes (ya sean en una tienda, en nuestros servicios, o lo que sea). Y hay que salir a buscarlos. Haciendo buena labor de comunicación, teniendo un buen portafolio, teniendo unas fotos de producto impresionantes, usando muy bien las RRSS… Y cuando los clientes no llegan, vienen los bajones.

7. Ingresos inestables. Muy relacionado con lo anterior. Cuando trabajas por cuenta ajena, tienes asegurado tu sueldo a final de mes, incluso pagas extra para tus vacaciones (qué bien suena eso). Cuando eres autónoma, los ingresos dependen de los clientes, y hay meses buenos, pero meses malos (y muy malos). Yo he tenido meses en los que he ingresado 40€. Pero, por supuesto, he tenido que pagar mis 300€ de autónomos, mi alquiler, mis facturas, etc. Esto te obliga a ser precavido y previsor o a saber apretarte muy fuerte el cinturón. Y, por supuesto, si no trabajas, no ganas. Así que no hablemos de tomarnos unas vacaciones largas, o peor, ponernos enfermos o querer darnos de baja.

8. Lidiar con las críticas. En cualquier trabajo tenemos que enfrentarnos a situaciones desagradables, problemas con clientes, con un compañero o con el jefe. Pero cuando somos autónomas, un comentario desagradable de un cliente, una mala crítica, o un gesto incomprensible, nos lo tomamos como algo personal y nos puede hundir. Y más en el Internet de hoy en día en el que es tan fácil juzgar, criticar y hacer daño bajo el anonimato. Lidiar con esto no es fácil (yo aún no lo he conseguido), pero hay que saber relativizar y saber ver que, junto a un mal comentario hay 10 buenos, y son con los que debemos quedarnos.

9. Reinventarte constantemente. Salvo que pegues un pelotazo y triunfes como los Chichos, lo normal es que nos toque estar todo el rato creando productos nuevos, dándole a la cabeza y reinventándonos. Si nos estancamos nos quedamos atrás, sobre todo si nos movemos por Internet, donde todo avanza tan rápido. Y eso muchas veces resulta agotador (y desalentador cuando dedicamos mucho tiempo, esfuerzo y dinero a algo nuevo y no funciona).

10. La nube del fracaso. Todo esto crea, sobre todo en los primeros años, en los que nuestro proyecto no es nada estable, una nube de fracaso e inseguridad que estará todo el rato encima. Tendremos muchísimos bajones en los que pensaremos que todo está perdido, que tenemos que rendirnos, y ocurrirá sobre todo en esos meses en los que los ingresos son más bajos. Vamos, yo me he sorprendiendo muchas veces mirando cómo opositar a Correos. Luego se nos pasa un poco cuando nos sale un proyecto o trabajo nuevo, pero siempre va a estar ahí.

¡Y eso es todo!

Aunque la parte de los contras de mucho miedo, me quedo con el punto 10 de los pros. Al final, cuando sale bien, es todo muy bonito y satisfactorio. Sobre todo si amas lo que haces y le pones pasión y mucho empeño. Pero, eso, que no es un camino de chuches y purpurina.

¡Cuéntame tu experiencia «emprendiendo»!

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7 respuestas

  1. Completamente de acuerdo contigo en lo bueno y en lo malo. Yo también trabajo desde casa y sí, la incomprensión, que se crean que te pasas la vida planchando y viendo la tele, vaya suerte, te dicen, pero ello no lo harían. En fin, que sí, que lo has expuesto muy bien tanto lo positivo como lo negativo.
    Feliz día.

  2. Comparando los pros y contras hay un equilibrio 🙂 Yo trabajo media hornada fuera y otra en casa, compaginando 🙂 Y tampoco me gusta cuando llaman emprendedor al autonomo de toda la vida, inventan palabras nuevas pero el trabajo no cambia, sigue siendo el mismo. Pero me encanta trabajar en casa, tengo compañia de 2 gatos.
    Un saludo.

  3. Yo he trabajado 7 años de forma independiente… con proyectos por mi cuenta y con proyectos en conjunto con otros freelancers. Entiendo perfecto todos los pros y contras 😛 Hace un año conseguí un trabajo de medio tiempo en el que puedo hacer lo que me gusta (escribir y de forma remota) y que me ayuda a tener una entrada más fija de dinero… ¡es una maravilla! Nunca en mi vida había tenido un ingreso seguro al mes y esto me ha permitido tomar decisiones un poco más arriesgadas en mi trabajo y en mi vida personal. Ser emprendedor no es para todos y creo que también es válido querer un trabajo "seguro", aceptar que no todo es como nos lo pintan, así como dices tú. En fin, todo trabajo tiene sus pros y contras, lo importante es encontrar lo que te acomode.

  4. Gracias por tus consejos! han sido muy acertados y me ayudan aclarar si debo o no dedicarme como autónoma, actualmente trabajo media jornada y estudio, pero tengo la intención en el futuro de comenzar a trabajar poco a poco por mi cuenta.

  5. Súper útil lo que cuentas, yo no soy emprendedora, pero he visto casos a mi alrededor en que la pareja trabaja junta, o se intenta conciliar con niños en casa y es dificilísimo desconectar!

    Y lo de buscar clientes es lo más complicado! >_<

  6. Ooooh, cuánta razón tienes!!! Yo simplemente he empezado a tantear este mundo del 'emprendimiento' y ya he pasado por mil altibajos y por todo lo que cuentas. Va a ser muy duro, pero podría ser muy bonito. De momento sigo en pie… pero se podría decir que ni siquiera he empezado… Veremos dónde llego.
    El punto que más me ha tocado ha sido el nº6 de los pros: "Aprendizaje y crecimiento personal. Ser autónomo no está hecho para personas conformistas ni para los que son demasiado orgullosos. Hay que estar todo el rato aprendiendo cosas nuevas, creciendo, asumiendo errores, recapacitando y sabiendo perder. Y eso siempre te hace mejor persona."
    Encuentro que todo lo que dices está perfectamente reflejado. Enhorabuena por el post!

  7. ¡Qué post más valioso! Me encanta tu enfoque honesto sobre la realidad de ser emprendedora. A menudo se romantiza esta vida, pero como bien dices, hay muchos desafíos detrás de los «sueños en Bali». Me identifico mucho con tus pros, como la libertad de gestionar mi tiempo y la satisfacción de ayudar a los demás. Pero también comparto tus contras, especialmente la soledad y la búsqueda constante de clientes. Al final del día, el camino puede ser duro, pero cuando logras algo que amas, ¡todo vale la pena! 😊

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