Como ya sabéis, en verano estoy publicando contenido diferente, así que me voy a animar con un par de recetas. Es algo que se me da fatal, pero ¡me apetecía! Y hoy os voy a enseñar cómo hacer el remojón granaíno.
Como veréis, hacer posts de recetas no es lo mío. ¡Se me da fatal hacer fotos de comida! Pero bueno, es un plato facilísimo de hacer e igual os inspira.
Es una receta típica de mi ciudad aunque también se realiza en otras andaluzas. Tiene origen mozárabe y ¡está buenísima! Tiene una combinación muy curiosa que, a quien nunca la ha probado, le llama mucho la atención. Cuando la enseñaba por Snapchat a la gente siempre le impresionaba, y por eso me he animado a ponerla en el blog.
Se trata de un plato en el que combinamos el bacalao con la naranja. ¿Cómo os quedáis? En Granada se come sobre todo en invierno (que es la temporada de la naranja), pero como ahora ya encontramos todo el año, a mí me encanta hacerlo en verano, que es cuando apetecen platos rápidos y fresquitos. Además es una alternativa de ensalada que nos permitirá salir de la típica de lechuga y tomate.
Para hacer el remojón, necesitamos:
– Huevo duro
– Cebolleta
– Bacalao
– Naranja
– Aceitunas negras
– Aceite de Oliva Vírgen Extra
En algunas zonas también le ponen patata, o incluso tomate, o pasan por la plancha el bacalao, pero la versión original es así, y a mí es la que más me gusta.
Yo compro el bacalao desmigado desalado y facilita mucho la tarea. Reconozco que me gusta más cuando el bacalao tiene un punto un poco más salado, pero como siempre improviso en la cocina, y no me da tiempo a meterlo en agua, compro este y punto. Como decía, hay algunas zonas en las que lo cocinan un poco, pero a mí me gusta así, desalado y crudo.
El procedimiento es muy sencillo, como cualquier ensalada. Cortamos todos los ingredientes, los mezclamos y los aliñamos. Yo simplemente echo AOVE, pimienta molida, y un poco de sal en escamas (aunque si uso el bacalao salado, no, obvio).
Con respecto a las cantidades, esto va también un poco al gusto del consumidor. Por lo general, yo uso, para dos personas, dos cebolletas, dos huevos, dos naranjas y la bandejita de bacalao entera. Cuando lo hago, lo tomamos como plato principal, acompañado de algo más de picoteo o un gazpacho. ¡Riquísimo! ¡ Y que no falte una bebida bien fresquita!
Las aceitunas negras adornan mucho. A mí no me gustan, pero las echo porque a Álvaro sí (aunque otras muchas veces prescindo de ellas y no pasa nada). En mi caso, pongo muy poquitas, pero eso ya depende de vuestro gusto.
Os animo a que probéis esta combinación. Aunque parezca extraña, la mezcla de sabores os sorprenderá.
¿Conocías el remojón granaíno o alguna variante?
7 respuestas
¡hola! me encante ese plato, está buenísimo, lo que no sabía es que se llamaba remojón, para mi era "ensalada de bacalao y naranja".. tirando de imaginación, ya me ves… me has recordado que hace demasiado que no lo como.. tendré que ponerle remedio, bss!
Mmmm, qué pinta!, es una de mis ensaladas favoritas, y hace un montón que no la hago, esta semana cae seguro, je, je
Tiene muy biena pinta!
No lo había visto en mi vida, claro que yo soy del norte. Pero todo lo que lleve bacalao seguro que me gusta, un día me animo y la hago seguro.
Pues tiene muy buena pinta!! Seguro que me animo, que con este tiempo es lo que más apetece 🙂
¡Me acabo de quedar loca con esta receta! No tenía ni idea de que existía algo asi, pero desde luego la pinta es buena. Y, por cierto, haces unas fotos de comida super apañadas 🙂
me acuerdo cuando lo publicaste en snapchat y me gustó mucho la combinación! Seguro que lo pruebo por que tiene pintaza! 😀